Fin de semana cultural en Cuenca: Valeria, cañón del río Gritos y Callejones de las Majadas.
El pasado fin de semana, ¡por fin!, hicimos la salida cultural que fuimos retrasando cuando llegó la pandemia. ¡Albricias!, ¡Albricias!
Viajamos juntos en autocar, disfrutamos, juntos, dos días seguidos, y, degustamos ese estupendo menú cultural, que nos había preparado M. José Calvo Martín, arqueóloga y componente de la Junta de la Sociedad Caminera del Real de Manzanares. Las expectativas, aún siendo muy altas, se colmaron con creces.
Comenzamos la mañana del sábado en Torrelodones, para coger el autocar, que nos llevaría a Valeria, ciudad hispano-romana.
Llegamos a media mañana a un precioso pueblo situado en la serranía de Cuenca, Valeria, para, después de una breve parada de repostaje, iniciar la visita al yacimiento arqueológico, de la mano de una guía excelente, Juana Caballero, que nos explicó los detalles, que los estudiosos de los yacimiento arqueológicos, han deducido de la vida e historia de esta ciudad romana, a través del tiempo.
Valeria fué fundada por Gaius Valerius Flaccus sobre el año 90 a. C. tiene una una extensión aproximada de 27 hectáreas, de las que sólo se ha excavado un 6% del total, pero hay datos suficientes, para afirmar, que está construida en una peculiar orografía sobre la hoz del río Gritos, que tiene dos foros (el foro más grande conocido de la parte occidental del Imperio Romano), una basílica, que era un centro administrativo de la ciudad, unas cisternas, también espectaculares, un ninfeo, fachada de unos 100 metros llena de fuentes dedicada a las ninfas, dos termas, la casa de Valentin, un templo de culto imperial, las primeras «casas colgantes» sobre el río, etc… Unos restos apasionantes que os aconsejo visitéis porque merece la pena dedicar un fin de semana y conocer un trozo de nuestra historia con tanto interés, en un enclave tan destacado.
https://www.valeriaromana.es/patrimonio/monumental/ciudad-romana/
Descansamos para comer y coger fuerzas para el paseo vespertino, recorriendo el cañón del río Gritos que habíamos atisbado desde la ciudad romana de Valeria.
Procedimos a iniciar la marcha, atravesando el Puente de Chumillas, construido en el sigo XVI , de un solo ojo y plataforma enguijarrada en doble pendiente, que fue reconstruido en 2020-2021, y, nos adentramos en el propio cañón a orillas del río Gritos. un paisaje espectacular, que nos brindó una tarde maravillosa, para finalizar, atravesando el puente romano, que atravesaba el Gritos, culminando por la vía romana por donde se accedía a Valeria.
Finalizó el paseo, retirándonos a Chillaron donde teníamos preparado el hostal para pasar la noche y cenar. He de señalar, que la infraestructura del viaje, que prepararon Carlos Sanjuán y M. José Calvo, fue excelente. Al día siguiente, nos esperaba otro rincón de la Serranía de Cuenca.
El domingo, una vez desayunados, salimos en el autobús a los Callejones de las Majadas, haciendo una parada imprescindible en el «Ventano del diablo».
Llegamos a los Callejones, un paraje singular, donde José Luis Soriano, nuestro geólogo caminero, nos explicó detalles sobre la formación de este lapiaz, un paisaje kárstico producido por la disolución de las dolomías, rocas formadas por carbonato cálcico y magnésico que se diluyen con el agua en un proceso muy prolongado en el tiempo. Además de la importancia geomorfológica de estas formaciones, el paseo entre los callejones y tormos es un espectáculo asombroso, donde no dejas de admirar lo que te ofrece la Naturaleza para deleitar tus sentidos y despertar la imaginación con unas formas extraordinarias.
Y la foto del grupo para despedir los Callejones y, la estupenda y soleada mañana de otoño, que disfrutamos caminando entre pinos, tormos, y el laberinto pétreo que nos envolvía.
Después de comer, iniciamos el regreso, despidiéndonos hasta la próxima ocasión en que los amigos nos crucemos, de nuevo, en el camino.
Fotos de Carlos Sanjuán e Isabel García.