29 de noviembre de 2015. Marcha por Robledo de Chavela

En una mañana fría pero soleada de otoño partimos a las diez desde la plaza del Ayuntamiento de Robledo de Chavela para tomar el paseo que conduce directamente hasta la ermita de San Antonio de Padua, en el Cerro Robledillo, junto al pinar El Cerro, desde donde se puede observar una panorámica del municipio, con la estación a la derecha, a la izquierda y a lo lejos las estribaciones de Gredos, en primer plano los encinares de pie de monte y de frente las laderas peladas por el inmenso incendio que sufrió el pinar hace unos años. Por una vereda entre pinos, enebros, retamas y jaras volvimos a bajar hasta el pueblo para disfrutar de una visita estupendamente guiada por Nelly, a la imponente iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, erigida sobre una construcción árabe y con elementos románicos, góticos y renacentistas. En su interior se conserva uno de los retablos más importantes de la región, de estilo hispano-flamenco, una pila bautismal gallonada tallada en un solo bloque de granito y, en el retablo barroco de la única capilla lateral, una talla de la cabeza degollada de San Juan Bautista atribuida a Alonso Berruguete. Pero sin duda lo más llamativo son las pinturas de las 76 cabezas de dragón en una de las bóvedas de la nave, descubiertas recientemente en unas labores de restauración.